lunes, 26 de septiembre de 2016

Toma de decisiones

Capítulo 9: toma de decisiones
Una de las actividades que repetimos con mayor frecuencia a lo largo de nuestra vida es la toma de decisiones. Sin embargo nuestras decisiones no siempre son sometidas a reflexión seriamente. A veces decimos que actuamos por nuestros impulsos y forma mecánica o automática, y otras veces, esto nos sirve hasta de excusa para desligarnos de la responsabilidad que la toma de decisiones lleva consigo. Las organizaciones también viven cotidianamente movidas por decisiones que suceden sin interrupciones. Se decide producir, vender, publicar, sostener a los empleados, acercarse  a los clientes, mantener ciertos precios por sus servicios o incrementarlos, mejorar la calidad de su gestión, etc. Hablar de decidir es hablar de nuestra capacidad para marcarnos metas y objetivos.
Niveles de decisión. Los  pasos de la toma de decisiones
Los niveles de decisión están estrechamente vinculados con los niveles jerárquicos de las personas. En la actualidad existe la tendencia a dejar la capacidad de elegir las decisiones de mayor peso en manos de aquellos que enfrentan directamente los problemas. Las decisiones tienden también a tomarse en grupo, más que individualmente, pues el grupo puede enriquecer el proceso e imprimir mayor energía y compromiso.
Sea cual sea el proceso elegido, los pasos que generalmente se siguen en la toma de decisiones son los siguientes:
1.      Determinar cuál es el sistema sobre el que se pretende establecer una relación.
2.      Determinar quiénes serán idóneos para tomar las decisiones.
3.      Identificar las opciones o alternativas
4.      Identificar los atributos u objetivos relevantes
5.      Establecer un mecanismo de ponderación de dichas alternativas
6.      Elegir entre las alternativas aquella que mejor nos conduzca a los objetivos propuestos
7.      Verificar el impacto de la decisión tomada para identificar los posibles ajustes que se requieran instrumentar.

La toma de decisiones lógica y la toma de decisiones emocional
Los sentimientos suelen bloquear en muchos casos una toma de decisiones adecuada. Sin embargo los descubrimientos científicos de la década de 1980 contradice de manera drástica esta idea, el doctor Antonio Damasio llegó a la conclusión  de que los sentimientos son indispensables para las decisiones racionales, ya que nos dirigen hacia la dirección adecuada, donde la lógica puede ser mejor utilizada. Según los hallazgos en el área de la psicología, la inteligencia no es capaz, por sí sola, de ayudarnos a lograr el éxito en nuestros negocios, nuestras actividades, o en nuestras vidas. Más importante que ella es la manera como logramos armonizar las emociones y la razón.
 El éxito en la vida laboral y familiar es para aquellas personas que son capaces de tomar las decisiones acertadas, a partir de su habilidad para construir redes de apoyo a su alrededor las cuales gracias a su aptitud para interrelacionarse y para manejar adecuadamente sus estados emocionales, les aseguran el apoyo de los demás en la búsqueda de sus objetivos. Esta es la razón por la cual las personas generalmente tienen mayores triunfos en sus actividades.
Técnicas para decidir
1.      Entrevistas a expertos que son considerados como tales por su amplio o profundo conocimiento sobre un tema en particular
2.      Análisis de tendencias; mediante la elaboración de gráficos simples o de tablas de datos
3.      La técnica Delphi (o Delfos), que consiste en presentar a un grupo de expertos las posibles alternativas ante una situación determinada.
4.      La técnica TKJ; se emplea para detectar posibles causas de los problemas así como  para proponer soluciones
5.      El árbol de decisiones que consiste en diagramar los eventos posibles que se desencadenarían a partir de cada una de las alternativas que consideramos para solucionar un problema determinado.

Estilos comunes en la toma de decisiones en las organizaciones
1.      Autoritario
2.      Administrador participativa
3.      Decisiones por mayoría
4.      Cabildeo: convencimiento
5.      Consenso
6.      Concordancia: este proceso conduce a decisiones de alta calidad con la mayor cantidad de entusiasmo y el menor número de conflictos para su implementación
El poder de decidir

Cuando una persona es capaz de decidir sobre un aspecto determinado de su entorno o de su vida, su autoestima crece hasta proporcionarle una mayor seguridad acerca de su competencia. Decidir es una fuente de poder y quizá esto sea lo que más atemoriza a muchos de los directivos de las organizaciones. Una de las recomendaciones que debería seguir cualquier directivo que desee una organización poderosa es permitir que las decisiones sean tomadas en el nivel organizacional más bajo posible. 

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